Ayer por la noche en una publicación por RRSS una mamá de dos peques (una de 3 añitos y otro de 6) se lamentaba por las aberraciones que nuestro sistema educativo sigue promoviendo, en este caso en materia de evaluación, y reclamaba la urgente transformación que nuestra sociedad demanda en la inaplazable nueva mirada adulta que le debemos a la infancia, siendo nosotros, tanto familias como docentes, los que nos adaptemos a ellos, no a la inversa, ofreciéndoles de una vez por todas, la dignidad que les estamos robando y vulnerando.
Esta triste demanda hizo que me decidiese a publicar y compartir esta carta que precisamente también ayer, pero de mañana, les entregaba a cada una de las familias de mi nuevo alumnado de este curso, junto a las “notas” del primer trimestre, con la única esperanza de que esta misma lucha que llevo manteniendo desde hace años se siga propagando. Porque, sin margen a ninguna duda, el cambio está en nosotros, sin pretextos, sin excusas y sin esperas. Sólo en nosotros.
¡Hola, de nuevo! Hace poco más de tres meses que me presentaba ante ti a través de una carta como esta para anunciarte que comenzaríamos una importante aventura junt@s. El primer tramito de dicha trayectoria acaba de concluir. Ya no sólo nos conocemos en persona sino que hemos compartido algo de cada un@ de nosotr@s por un interés común que es tu hij@, mi alumn@. (Qué frío me suena cuando lo digo, porque siento que mis peques son bastante más que “alumn@s” mientras están bajo mi cuidado y responsabilidad formando parte de mi vida).
¿Qué voy a contarte entonces ahora que tú aún no sepas? Pues algo muy importante para mí que igual, aún sabiéndolo, desconoces la enorme trascendencia que puede llegar a tener para la vida presente y futura de tu hij@. Se trata de las “notas” que por primera vez en su escolaridad va a recibiry cuánta importancia tendrán esos números para él/ella, lo cual depende de ti y de mí (e inevitablemente también de los entornos sociales en los que se mueva, aunque en menor medida).
Ahora decirte que durante estostres meses que he conocido a tu hij@ tambiénlo he(mos) ido evaluando (pues no existe ningún proceso de enseñanza-aprendizaje del que se pueda desvincular su propia evaluación, por ir implícita), y que mi parte la hice como te dije que la haría, de maneraconstante, global y significativa para ell@s, lo que significa que a medida que tu niñ@ fue aprendiendo destrezas, valores y conocimientos, fue demostrando(se)al mismo tiempo aquello que iba integrando en su persona. También, cómo te anticipé, los errores no sólo fueron aceptados como parte del camino, sino que fueron el mejor referente para indicarnos por dónde debíamos caminar, acertando y mejorando cada vez más, y no permitiendo que surgiesen o se mantuviesenel miedo, el rechazoo la vergüenza al equívococuando se han dado.
Con todo, llegado a este punto y finalizado el trimestre, debemos ENFRENTARNOS (nosotr@s, no ell@s) a sus primeras calificaciones numéricas de la etapa de Educación Primaria, puesasí lo exigeel sistema educativo actual.
Mi deber, sin embargo, es informarte que la necesidad de sanearlo y transformarlo, ya tan defendida y respaldada por el amplio sector de expertos y entendidos que lo corroboran, junto a los altos niveles de fracaso (y yo añado, infelicidad) que arrastra, asegura que estas mediciones y aspectos del aprendizaje que cuantificamos siguen centrándosecasi por completo en la parte más intelectual y cognitiva de la persona, olvidando o relegando las inteligenciasinter e intrapersonales junto a la emocional a un último plano, por ser las más difíciles (yo digo imposibles) de numerar.
Dejo el debate abierto para invitarte a reflexionar y tomar acción al respecto. Sabiendo que el germen y base de una sociedad reside en su Educación y el sistema que la sostiene, ¿Queremos seguir perpetuandola carencia y precariedad de los aspectos más valiosos parala persona y para la sociedad desde la Escuela? ¿Deseamos fomentar esta competitividad, tan arraigada en nuestra cultura, ya desde los 6 años? ¿Pueden unos cuantos números resumir todo lo que tu hij@ ha aprendido y logrado en un trimestre? ¿Respetan el ritmo natural de la infancia, sus tiempos y necesidades sin prisas? ¿Esos números suponen una reflexión sobre sus procesos? O, lo más importante, que en eso radica la evaluación, ¿Sirven para que tu hij@sienta yentienda su propio proceso de aprendizaje, le ayude a conocerse a sí mism@ ya retroalimentarse para su superación personal?
El sistema de “notas” hasta ahora impuesto, con este boletín oficial que te entrego, comienza ya a producir su efecto, por leve que pueda parecer, desde 1º. Yo, por mi parte, como eslabón inserto en el sistema, actúo como mejor considero y puedo, por eso lo acompaño de otro boletín personalizado, para mí de mayor valor.
Como ya te anticipé que sucedería, durante estos meses no hubo cabida para los ancestrales exámenes o pruebas escritas, incoherentes con estas edades, ni con los resultados en formato “nota” que nunca son ni seránmi meta (y cuento con que tampoco la suya, ni la tuya).
Te podrás preguntar, entonces: ¿Cuál fue el baremo que has utilizado para valorar su aprendizaje? Pues muy sencillo, supropio progreso personal realizado, el esfuerzo y la superación personalque ha ido demostrando(se),y traspasando desde el punto PERSONAL del que partió hasta el punto de llegada en el que está POR AHORA, y que nunca será el definitivo mientras siga aprendiendo, es decir, mientras esté viv@.
En este recorrido la ley contempla sus avances adquiridos por competencias, aunque en el boletín te las muestre por áreas fragmentadas (otra incongruencia más), de ahí que mi labor evaluadora haya sido observar,recoger y registrar con mis instrumentos de evaluación (recogidos en la programación) todo el proceso de aprendizaje vivido en este período de tiempo que, insisto para que nunca se pierda de vista, es INTEGRAL, dándose en múltiples facetas y habilidades simultáneamente. Pero al final, esta valoración sí que he tenido que traducirla a números ciñéndome a la ley y como tengo que especificar en mi programación anual de aula.
Decirte a mayores que este baremo no tendría sentido si no lo completase con la autovaloración de mi propia habilidad y conocimientos cómo guía, acompañante, observadora… (llámalo como quieras). De no hacerlo, el camino se vería interrumpido, pues de nada sirve evaluar el proceso de quien aprende sin completarlo con el de quien enseña, y en todas sus variables, esto es: herramientas y recursos bien adaptados a la persona en concreto, conductas y enfoques que calen en su particular esencia, vías de comunicación que lleguen a su interior o los tipos de inteligencias atendidas para poder ser mejor entendida.
Sobra decir que si ell@s “aprueban” implica que yo “he aprobado” en mi misión, al igual que si ell@s “suspenden”, la que suspende, din duda, también soy yo, pues sus dificultades para adquirir los mínimos exigibles en el curso en el que están son las condiciones u obstáculos que he de saber eliminar para que los alcancen, posibilitando el proceso y facilitándoles el camino (y jamás complicándoselo, pues no es esa mi labor docente).
En este punto, y para tu tranquilidad, siempre querré que conozcas de primera mano cuáles son los criterios de evaluaciónestablecidos por ley para 1º en cada disciplina, junto alas concreciones de estos (los llamados “estándares de aprendizaje”) que he empleado en cada bloque de contenidos del currículo, pero también, y sobre todo, esos aspectos, rasgos, particularidades, capacidades, virtudes, talentos… que nos va mostrando tu hij@ y que, aún siendo los que la Educación escolar debería poner en alza, no vienen preconfigurados para calificar ni mostrar en un boletín oficial de notas. Son esos los que yo aporto a mayores con el boletín personalizado que acompaña al del cole, y al que más relevancia doy, pensando sobre todo en el efecto de retroalimentación que tendrá en tu hij@ en estos momentos de su desarrollo global.
Si recuerdas, en mi primera carta te dije que me guiaría sobre todo por el sentido común, el corazón, la coherencia y el absoluto respeto a su persona, proporcionándole lo que esté a mi alcance para que aprendadisfrutando. Pues esto mismo es lo que he intentado hacer en este primer trimestre y dejar plasmado en ambos boletines.
Como siempre, espero que me sigas acompañandoen esta travesía y sabes que estoy siempre a tu disposición.
Que pases unas muy felices vacaciones junto a tu hij@.
La maestra de 1º.
Como véis tienen mucho que aguantarme. Aprovecho ya para hacer público también el orgullo de familias que tengo, y lo muy agradecida que les estoy por el apoyo que me están brindando en tan sólo tres meses que nos conocemos, tan valioso para que mi camino en esta lucha educativa y social sea más llevadera. Desde aquí, infinitas gracias, familias.
Comparto aquí también el modelo de mis boletines personalizados (en este caso para mis alumnas, diferente al de alumnos, y con formato de folleto en tamaño cuartilla), por si a alguien le interesara verlo. Es una versión personal de las muchas “otras notas” que tantos docentes ya diseñan hoy en día y que partieron en su momento de la maravillosa idea de nuestro querido compañero @Profe_RamonRG. Infinitas gracias a ti también, Ramón, y a cada uno de los que no nos rendimos.
Mañana comienza oficialmente “el cole” para los afortunados que trabajamos en Educación. En un evento tan importante y especial para nuestro alumnado (y para nosotros también, por supuesto) como es la vuelta (o entrada por primera vez) al cole, ¿Qué es lo que deseamos y vamos a brindar como personas, no sólo como docentes, a nuestros pequeños y jóvenes? ¿Y cómo centro educativo, qué les ofreceremos?
A continuación, dos realidades. Ambas posibilidades y opciones existen, así que pensemos en lo que quisiéramos para nosotros siendo alumnos o, mejor aún, para nuestros hijos e hijas. Puede que así nos hagamos una idea más clara de cómo recibirles y acogerles en un espacio tan valioso y vital como es el nuestro, el de la Educación.
Mami, Pupi y Pepa tienen miedo
El horrible timbre suena. ¡Qué susto!
Pupi está triste. Como al salir de casa… Sé que tiene miedo. Me mira y se esconde.
Dice que no quiere entrar.
¿Por qué no se calla ese timbre tan horrible?
Pepa mira a Pupi, pero ella no dice nada… Quiere que vea que es muy valiente,
Pero yo sé que tiene muchas ganas de llorar.
El horrible timbre por fin para…
¡Esto sí que es aún peor! Pepa se tapa la cara. Las puertas se abren ya. Yo los miro y luego a mamá.
Pupi empieza a temblar.
¿Y si sonara de nuevo para marchar?
¡Mamá, mamá! ¡Pupi y Pepa tienen miedo! Por favor… Por favor, quieren volver a casa…
¡Me los tengo que llevar!
Mami… Me aprieta mucho aquí… Mami… Aquí… En el cuello…Mami… Me encuentro mal…Mami… ¿Nos vamos ya?
Papi, ¿Seguro será mejor?
– Ya llegamos. Entremos… ¡Mira, Laura, ahí va tu seño!
– ¿Dónde, pa? No la veo… ¡Aaaaa, siiiiii…! ¡Holaaaa profeeeeeee!
A lo lejos, entre el gentío, el dire Braulio saluda a dos papás.
– ¿Y si tuviera a dos profes, pa…? ¿Eso también vale, no? – ¡Jajajaja…! ¿Eso quieres, Laura? ¿Juntas a tu seño con la de mayores? La seño Bego, subida a una escalera, ayuda al profe Nicolás. – Es que… No sé si me va a gustar… Jo. – Cariño, la nueva profe segurísimo que te encantará, no lo dudes.
¡Pedazo cartel de bienvenida que acaban de colocar!
– Pero ¿Y si no es tan guachi como la seño Bego? – ¿Cielo, sabes lo mejor de que sea una profe nueva y diferente?
Por megafonía una suave música de fondo comienza a sonar.
– No, no lo sé… ¿Qué es lo que será mejor? Dímelo, porfi. – Pues que a los juegos que conoces… ¡Le añadirá otro montón!
El bullicio y las carcajadas de los de 4º resuenan alrededor.
– ¡Anda, eeeeees verdaaaaad! ¿Eso puede ser así? – ¡Claro, amor! ¡Y podrás pasar las mañanas jugando mogollón!
Guirnaldas festivas multicolores cuelgan por todo el corredor.
– Geniaaaaal, pa… ¡Así es genial! ¿Puedo conocerla ya? – Pues mira, por allí se acerca… ¿La quieres saludar?
Una dulce sonrisa a la altura de Laura se viene a asomar.
– Vaya, sin duda tú debes de ser mi nueva alumna Laura… ¿Verdad? – …Siiiii… ¿Eres tú la nueva profe mía que me va a enseñar?
Y así, con un alegre “¡Prometido!”, una nueva historia acaba de comenzar.
En su vuelta al cole… ¿Prevalece el miedo, un inquietante desagrado por tener que entrar y esa abrumadora sensación de malestar y desprotección que sólo les hace desear dar media vuelta y volver a sus casas, o bien reina la alegría, la excitante curiosidad y esa agradable expectación que sabemos que les sube por el pecho y hace que la sonrisa no se les quite de la cara?
La mañana se presentaba tranquila… Como cualquier otro día, este primero de vuelta de vacaciones transcurría extrañamente calmado, con nuestra musiquilla ambiental de entrada, cada cual organizándose sus cosas, dejando en la “caja de entregas” las notificaciones correspondientes, una tarea por aquí, aquella manualidad por allá, el pasaporte de lectura… En fin, nada indicaba que habíamos regresado de una panzada de días sin responsabilidades horarias ni madrugones, todo lo contrario, parecía que nos habíamos despedido ayer con total normalidad…
Nos fuimos sentando libremente por donde nos cuadraba, ya que por cada principios de mes nos reubicamos en el aula, pero aún no teníamos claro cómo hacerlo, siendo algo a decidir estos próximos días… Además, teníamos también recogida nuestra superalfombra por orden expresa de la “comandante limpiadora” antes de irnos de vacaciones, así que quedarnos a la espera de algún suceso en la silla que el azar nos había encomendado era lo suyo…
Por fin nos activamos un poquitín (a base de reírnos de la profe que sudaba haciendo levantamientos de peso pesado con la recolocación del alfombrón kilométrico), y a nuestra mente comenzaron a llegar ya anécdotas y aventuras que contar de todos estos días de tiempo libre, fiestas, comilonas, regalos… De hecho, ya pudimos ojear algunos de los que Papá Noél y los Reyes Magos dejaron por nuestras casas, porque los trajimos en las mochis, que nos hacía ilu…
Pero la verdad es que el gran suceso del día, que nadie se esperaba y trastocó nuestra jornada apacible de repente, se desencadenó cuando Paula fue a colocar un libro a la biblio del aula y nos advierte desde el fondo de la clase con cara de susto: “profe, aquí hay chuches en la mesa y una nota sobre la máquina de escribir!!!”
¡Ay, que sorpresoooon llevamos! La profe se levanta extrañadísima para ver a qué se refiere, y efectivamente…
¡¡¡ESTO ES LO QUE NOS ENCONTRAMOS!!!
[está recolocado todo tal cual nos lo encontramos, para la foto]
Entonces sí que cuando comenzamos a leer la nota y vemos que dice “Apreciados niños…” los gritos y saltos que de repente empezamos a dar todos… ¡Se debieron de escuchar en la China!
Mucho mejor que contaros lo que ponía la carta, la mostramos aquí escaneada, y así la veis con vuestros propios ojos…
[Se detecta claramente que sus dificultades pasó para la escritura a máquina… Pobre…]
Deciros, antes de enseñaros los regalos que nos dejaron, porque fueron dos, que el año pasado hicieron esto mismo pero sin carta, y nos los escondieron debajo de los cojines del sofá de la ludoteca. Pilliiiiines…
Claro está, allá fuimos todos de cabeza a buscar por toda la clase, pero en uno de los primeros sitios a los que no dudamos en ir a mirar fue al sofá. ¡Efectivamente! ¡Allí estaban! ¡Uno debajo de un cojín y otro debajo del otro! ¡Qué apoteósico fue ese momento! ¡Cuantísima adrenalina junta! ¡Los corazones todos a mil, noooo, a diez mil! ¡Cada cual más eufórico e histérico de la alegría!
Como tenemos por costumbre, cada vez que recibimos algún regalo envuelto para toda la clase, nos sentamos todos juntos en grupo y lo vamos abriendo a poquitos, uno a uno, en orden, para así poder disfrutar de la emoción saboreando el momento segundo a segundo…
Y esto fue lo que nos encontramos bajo el papel de regalo:
¡Buenooooooo! ¡Nos quedamos pasmados! Es increíble lo que estos Reyes Magos saben…
Por un lado, lo que la profe pidió, y que no le trajeron a su casa: un hervidor de agua eléctrico, porque tenemos a Carlota que, cada vez que alguno la necesita, alguien tiene que ir en busca de ayuda, normalmente la cuidadora del cole, o la profe misma si no está muy liada, bajar a la sala de profes, llenar un recipiente de agua, meterlo en el micro, esperar, volver a subir… De este modo, en un minuto tenemos agua hirviendo para Carlota y la panza aliviada… ¡En un santiamén!
[Carlota: nuestra pingüina-bolsadeaguacaliente]
Por el otro lado, esto, que no teníamos ni idea de qué era, hasta que la profe nos lo aclaró (porque lo leyó en la etiqueta de la caja). En un principio alguien pensó que se trataba de una cámara de vigilancia, pero… ¡no! ¿Para qué querríamos nosotros una cámara de vigilancia? Se trata de… ni más ni menos que… ¡UN ROBOT!
Eso sí, ahora la profe se va a poner muy en serio a leer instrucciones y a investigar acerca de este “extraño aparatejo”, que más bien parece una bola saltarina…
Nos dijo que ya entendía también el porqué de este regalo tan extraño que ella no había pedido en su carta… Y es que hace bastante tiempo que le apetece ir a algún curso de robótica, pero no encuentra nunca el momento oportuno. Así, de este modo, los Reyes Magos la “obligan” a aprender ya, sí o sí, porque ahora qué duda cabe que tenemos que saber cómo se usa y para qué sirve el que ya tenemos en nuestro poder.
Lo único que descubrimos, de momento, es que (por lo que dice en la caja) es un robot para “aprender y jugar”… ¡Menudooooo misteriooooooo!
¡Hoy conocimos a alguien muy especial! Bueno, en realidad todavía no llegamos a conocerlo bien del todo, pero sí que ya sabemos su nombre y que muy pronto vamos a poder saber muchas más cosas sobre él… Se trata de “alguien” muy tierno que aparece de un sinfín de formas y que mucha gente del mundo entero ya conoce…
Y es que hoy tuvimos a última hora una visita, Vir, la profe que ayuda a los niños a entender mejor todo. Llamó, preguntó si podía entrar y enseñarnos algo, y por supuesto la invitamos a que pasara y se quedara un ratito con nosotros. Lo que no sabíamos era que en realidad no sólo venía a enseñarnos algo suyo muy personal y apreciado (algo que traía en una bolsa enorme), sino que iba a dejárnoslo prestado ¡Para todo lo que queda de curso!
Nos sentamos y nos comenzó a contar…
Resulta que Vir es fan, pero fan, pero muy muy fan, de un superlibro que trata sobre un niño encantador que vive en un asteroide con una flor y tres volcanes… ¡Exacto! De sobra sabéis ya de quién os hablo… Del archiconocido y tan amado por tanta población terrícola… ¡¡“El Principito”!!
Cuando de aquella bolsa empezaron a salir semejantes bellezas en formato de libro desplegable, de minilibro, o de libropuzzle, más dos ediciones en gallego, más una guía para interpretar las virtudes que nos trasmite esta lectura y, si eso no fuera suficiente, también unos títeres artesanales del cuento… ¿Os podéis imaginar lo que se nos erizaron los pelillos del cuerpo entero, verdad? ¿Y la de “aaaalaaaaas”, “oooooohhhhs”, “uuuaaaaahhlaaas” y “buaaaaahhhhhs” que allí soltamos todos al unísono, también? ¿A qué sí?
Pues eso mismo… ¡Un tesoro! ¡Un verdadero tesoro y un lujazo poder contar con esta novela universal en todos estos formatos y ediciones para la Tribu por el resto del curso! ¡Estamos felices e infinitamente agradecidos a nuestra adorada profe Vir por el día de hoy, y los venideros!
Y lo que yo ya sé, como primicia, es que también llegará a nuestra aula, para la semana que viene, ¡Una versión en árabe!. Porque a nuestra fanática principitesca le pirran las versiones en otros idiomas, y cuenta en su maravillosa colección con la novela en español (en varias ediciones), en catalán, en portugués, en inglés, en francés, en alemán, en húngaro, en serbio y la que verán nuestros ojos: ¡En árabe!
¿Qué saber de “El Principito”?
Pues que su autor, Antoine de Saint-Exupéry, curiosamente también era aviador, al igual que el narrador de esta novela, y además sufrió un accidente en Libia, en el desierto del Sahara, de camino a Saigón, cuando viajaba con un compañero desde París intentando ganar un premio. Se quedaron sin víveres y agua, sufriendo alucinaciones y se salvaron milagrosamente gracias a un beduino que al cuarto día los descubrió…
Este cuento infantil de apariencia sencilla, publicado por primera vez el 6 de abril de 1943, cuando el autor vivía exiliado en Estados Unidos tras la caída de Francia durante la Segunda Guerra Mundial, ha llegado a considerarse una obra universal, siendo traducida a 160 lenguas y dialectos, y convirtiéndose en uno de los mayores éxitos de ventas de todos los tiempos.
La historia cuenta que un piloto sufre un accidente en el desierto del Sahara y conoce a un niño llegado de un asteroide. Durante el tiempo que pasan juntos el Principito rememora su viaje a través de otros planetas en los que conoce a una serie de personajes que no entiende, llegando finalmente a la Tierra donde comprenderá el sentido del amor y la amistad. Ésta revelación será la que le lleve a volver a su planeta, para seguir cuidando de sus volcanes y su flor.
Son muy numerosas las adaptaciones, tanto al cine (una de las primeras el musical de Stanley Donen en 1974), como al teatro, la ópera, los dibujos animados y el cómic, presentando además una gran cantidad de reediciones en diferentes versiones y formatos, como los que ahora tenemos a nuestro alcance.
Es una obra en la cual el sentido de la acción, el valor de la amistad, el heroísmo como meta, la felicidad como el cumplimiento del deber y la responsabilidad como motor de una vida idealista que mantiene existente la moral, parece encontrar su raíz y su meta en el mundo de la infancia, el añorado “planeta” del que todos los hombres han sido exiliados y sólo pueden regresar por medio de la fabulación, realizando así una crítica al hombre y a la civilización moderna que conducen a la pérdida de los valores más esenciales del ser humano. Defiende la sabiduría de los niños como algo que sirve para guiarse en la vida adulta, pero que irremediablemente se pierde con la edad. Los adultos son serios, no saben disfrutar porque no saben qué es lo verdaderamente importante, y así lo esencial se escapa de la vista porque es invisible.
Aunque de todo esto nosotros no queremos saber de antemano casi nada, porque al igual que nos sorprendió el maravilloso regalo-préstamo de hoy, así también lo queremos seguir descubriendo muuuuuy a poquitos, cada cual a su ritmo, en su interior… Saboreando cada detalle, cada historia, cada aventura, cada personaje, cada sentimiento, cada emoción…
Somos seres cuya mayor fuente de nutrición es el amor. Nos estamos nutriendo desde el mismo instante en que venimos al mundo e incluso antes. Hay quien defiende que ya decidimos venir al mundo por verdadero y auténtico amor, y no hablo de lo mucho que mami y papi, o mami y mami, o papi y papi, etcétera, se aman y deciden por amor crear y/o cuidar una nueva vida. No me refiero a ese amor, que también forma parte de la maquinaria, por supuesto. Me refiero al que se escribe con mayúscula, al inserto ahí dentro que es sello de identificación de la especie humana.
Sin entrar en más profundidades, esto que aquí comparto ahora no es más que una de las incontables muestras de esta creencia mía (y de tantos otros seres humanos). Es lo que ha generado el amor en un entorno puro, el aula de unos niños de siete y ocho años que todos los días viven sus mañanas aprendiendo desde el amor, compartiendo y colaborando desde el amor, creyendo y confiando en sí mismos desde el amor, descubriendo el mundo desde el amor… Porque el amor en la Tribu Piñachachi sencillamente es causa y consecuencia, germen y resultado, herramienta y recurso, metodología y estructura, cimiento y adorno, detalle y esencia.
Preciosos mensajes y preciosas reacciones las que se han generado, bajo la idea del proyecto de Educación Vital propuesto por Miguel Mederos, que hemos decidido llevar a cabo esta semana, la primera de muchas en que espero se sigan dando y practicando hasta transformarse en tradición.
Pero lo más llamativo y precioso de esta nueva experiencia quizás sea, desde mi punto de vista, el que haya trascendido al aula y, en menos de un par de días viviéndolo desde las emociones de la sorpresa, la ilusión y el misterio, el amor no sólo ha empapado las acciones y reacciones de una pequeñita tribu, sino que ha contagiado a otros niños de otras aulas, y a otros papis y mamis, y a otros profes, y a todos entre sí… Se ha producido un auténtico efecto dominó y han estado circulando hermosísimos mensajes de ánimo, consuelo, cercanía, comprensión, empatía, perdón y cariño en cartas, notitas, y hasta mensajes por ClassDojo o wasaps privados.
Como dice la canción, esta semana sin duda sucedió: “love is in the air”…
Es magnífico y fantástico comprobar cómo al final todos acabamos buscando y nutriéndonos de nuestro alimento principal…
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