
El papel de los factores no cognitivos en la formación online
Según las investigaciones las creencias que capturan la esencia de los factores no cognitivos que afectan positivamente al aprendizaje de forma más determinante son:
1. Yo pertenezco a esta comunidad de aprendizaje.
2. Mis habilidades y conocimientos mejoran gracias a mi esfuerzo.
3. Este trabajo tiene valor para mí.
4. Puedo tener éxito en esto.
5. El aprendizaje significativo conlleva esfuerzo, confusión (dudas), contempla cometer errores. Todo esto es positivo.
6. Adquiero nuevas estrategias de aprendizaje cuando sea necesario.
7. Las calificaciones no son lo más importante sino lo que voy aprendiendo.
Vemos también cómo en el fracaso académico subyacen creencias contrarias, destacando la asunción de que las personas inteligentes no necesitan esforzarse y que son capaces de enfrentarse a cualquier desafío sin miedo a la decepción. De hecho, se evidencia una tendencia por ocultar y limitar el esfuerzo, ya que podría confirmar la “falta de inteligencia”. Esto conlleva un escaso compromiso con el propio aprendizaje (trabajar más o de forma diferente) llegando incluso a responsabilizar a factores externos de la ausencia de logros.
Sin embargo, estudios realizados sobre el aprendizaje de expertos de talla mundial en distintos campos profesionales ponen de manifiesto que el límite en sus destrezas no viene marcado prioritariamente por la genética. Por el contrario, todos refieren una metodología basada en la práctica regular, en la retroalimentación adecuada y oportuna, en el establecimiento de metas mayores y en la utilización de distintos procedimientos.
CÍRCULO VIRTUOSO
Aprovechando la enorme evidencia de que el esfuerzo y el trabajo en estudiantes de todas las edades y condiciones previas promueven un mayor rendimiento, se han desarrollado intervenciones con el fin de favorecer un proceso de mejora continua que debe ser implementado también en la formación online.
La idea es poder entrar en un círculo virtuoso donde, sobre la base de pequeños cambios positivos, podamos incrementar el ritmo para introducir nuevos y mayores desafíos. Cada pequeño paso que se va convirtiendo en una victoria reforzará su confianza y sus aptitudes.
Así mismo es de gran valor aportar una retroalimentación continua y constructiva. Esta debe facilitar a los alumnos identificar y explicar sus errores con el fin de extraer conclusiones que les permitan avanzar en su aprendizaje. Una simple calificación o un comentario vago no va a ser suficiente si los estudiantes carecen del conocimiento o las habilidades para mejorar. El feedback positivo les permitirá encontrar significado y poner foco, es decir, esforzarse de manera más efectiva. A su vez, será una forma de empezar a medir cuán productivos son; reconocer qué hacen correctamente, qué estrategias son efectivas y cuándo reajustarlas.
Por todo ello es clave volver a comprender cómo aprendemos y lo necesario que es para un estudiante creer en su capacidad de trabajo y esfuerzo efectivo. Nuestro papel es contribuir a desarrollar estas mentalidades de forma significativa. El aprendizaje a lo largo de la vida se cimienta también en cómo superar los desafíos, aprender de los errores y estar dispuesto a asumir riesgos, y por lo tanto, a fracasar.
El enfoque para ello debe ser siempre transdisciplinar: https://www.onwell.es/es/#howwedo
Encantada de recibir tus aportaciones que seguro nos enriquecerán a todos.
(Imagen de cabecera: Manfred Steger en Pixabay)
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]MENTALIDAD Y APRENDIZAJE
¿Qué es, pues, lo que permite avanzar a unos ante problemas y retos, mientras que otros se quedan rezagados?
Según las investigaciones las creencias que capturan la esencia de los factores no cognitivos que afectan positivamente al aprendizaje de forma más determinante son:
1. Yo pertenezco a esta comunidad de aprendizaje.
2. Mis habilidades y conocimientos mejoran gracias a mi esfuerzo.
3. Este trabajo tiene valor para mí.
4. Puedo tener éxito en esto.
5. El aprendizaje significativo conlleva esfuerzo, confusión (dudas), contempla cometer errores. Todo esto es positivo.
6. Adquiero nuevas estrategias de aprendizaje cuando sea necesario.
7. Las calificaciones no son lo más importante sino lo que voy aprendiendo.
Vemos también cómo en el fracaso académico subyacen creencias contrarias, destacando la asunción de que las personas inteligentes no necesitan esforzarse y que son capaces de enfrentarse a cualquier desafío sin miedo a la decepción. De hecho, se evidencia una tendencia por ocultar y limitar el esfuerzo, ya que podría confirmar la “falta de inteligencia”. Esto conlleva un escaso compromiso con el propio aprendizaje (trabajar más o de forma diferente) llegando incluso a responsabilizar a factores externos de la ausencia de logros.
Sin embargo, estudios realizados sobre el aprendizaje de expertos de talla mundial en distintos campos profesionales ponen de manifiesto que el límite en sus destrezas no viene marcado prioritariamente por la genética. Por el contrario, todos refieren una metodología basada en la práctica regular, en la retroalimentación adecuada y oportuna, en el establecimiento de metas mayores y en la utilización de distintos procedimientos.
CÍRCULO VIRTUOSO
Aprovechando la enorme evidencia de que el esfuerzo y el trabajo en estudiantes de todas las edades y condiciones previas promueven un mayor rendimiento, se han desarrollado intervenciones con el fin de favorecer un proceso de mejora continua que debe ser implementado también en la formación online.
La idea es poder entrar en un círculo virtuoso donde, sobre la base de pequeños cambios positivos, podamos incrementar el ritmo para introducir nuevos y mayores desafíos. Cada pequeño paso que se va convirtiendo en una victoria reforzará su confianza y sus aptitudes.
Así mismo es de gran valor aportar una retroalimentación continua y constructiva. Esta debe facilitar a los alumnos identificar y explicar sus errores con el fin de extraer conclusiones que les permitan avanzar en su aprendizaje. Una simple calificación o un comentario vago no va a ser suficiente si los estudiantes carecen del conocimiento o las habilidades para mejorar. El feedback positivo les permitirá encontrar significado y poner foco, es decir, esforzarse de manera más efectiva. A su vez, será una forma de empezar a medir cuán productivos son; reconocer qué hacen correctamente, qué estrategias son efectivas y cuándo reajustarlas.
Por todo ello es clave volver a comprender cómo aprendemos y lo necesario que es para un estudiante creer en su capacidad de trabajo y esfuerzo efectivo. Nuestro papel es contribuir a desarrollar estas mentalidades de forma significativa. El aprendizaje a lo largo de la vida se cimienta también en cómo superar los desafíos, aprender de los errores y estar dispuesto a asumir riesgos, y por lo tanto, a fracasar.
El enfoque para ello debe ser siempre transdisciplinar: https://www.onwell.es/es/#howwedo
Encantada de recibir tus aportaciones que seguro nos enriquecerán a todos.
(Imagen de cabecera: Manfred Steger en Pixabay)
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]MENTALIDAD Y APRENDIZAJE
¿Qué es, pues, lo que permite avanzar a unos ante problemas y retos, mientras que otros se quedan rezagados?
Según las investigaciones las creencias que capturan la esencia de los factores no cognitivos que afectan positivamente al aprendizaje de forma más determinante son:
1. Yo pertenezco a esta comunidad de aprendizaje.
2. Mis habilidades y conocimientos mejoran gracias a mi esfuerzo.
3. Este trabajo tiene valor para mí.
4. Puedo tener éxito en esto.
5. El aprendizaje significativo conlleva esfuerzo, confusión (dudas), contempla cometer errores. Todo esto es positivo.
6. Adquiero nuevas estrategias de aprendizaje cuando sea necesario.
7. Las calificaciones no son lo más importante sino lo que voy aprendiendo.
Vemos también cómo en el fracaso académico subyacen creencias contrarias, destacando la asunción de que las personas inteligentes no necesitan esforzarse y que son capaces de enfrentarse a cualquier desafío sin miedo a la decepción. De hecho, se evidencia una tendencia por ocultar y limitar el esfuerzo, ya que podría confirmar la “falta de inteligencia”. Esto conlleva un escaso compromiso con el propio aprendizaje (trabajar más o de forma diferente) llegando incluso a responsabilizar a factores externos de la ausencia de logros.
Sin embargo, estudios realizados sobre el aprendizaje de expertos de talla mundial en distintos campos profesionales ponen de manifiesto que el límite en sus destrezas no viene marcado prioritariamente por la genética. Por el contrario, todos refieren una metodología basada en la práctica regular, en la retroalimentación adecuada y oportuna, en el establecimiento de metas mayores y en la utilización de distintos procedimientos.
CÍRCULO VIRTUOSO
Aprovechando la enorme evidencia de que el esfuerzo y el trabajo en estudiantes de todas las edades y condiciones previas promueven un mayor rendimiento, se han desarrollado intervenciones con el fin de favorecer un proceso de mejora continua que debe ser implementado también en la formación online.
La idea es poder entrar en un círculo virtuoso donde, sobre la base de pequeños cambios positivos, podamos incrementar el ritmo para introducir nuevos y mayores desafíos. Cada pequeño paso que se va convirtiendo en una victoria reforzará su confianza y sus aptitudes.
Así mismo es de gran valor aportar una retroalimentación continua y constructiva. Esta debe facilitar a los alumnos identificar y explicar sus errores con el fin de extraer conclusiones que les permitan avanzar en su aprendizaje. Una simple calificación o un comentario vago no va a ser suficiente si los estudiantes carecen del conocimiento o las habilidades para mejorar. El feedback positivo les permitirá encontrar significado y poner foco, es decir, esforzarse de manera más efectiva. A su vez, será una forma de empezar a medir cuán productivos son; reconocer qué hacen correctamente, qué estrategias son efectivas y cuándo reajustarlas.
Por todo ello es clave volver a comprender cómo aprendemos y lo necesario que es para un estudiante creer en su capacidad de trabajo y esfuerzo efectivo. Nuestro papel es contribuir a desarrollar estas mentalidades de forma significativa. El aprendizaje a lo largo de la vida se cimienta también en cómo superar los desafíos, aprender de los errores y estar dispuesto a asumir riesgos, y por lo tanto, a fracasar.
El enfoque para ello debe ser siempre transdisciplinar: https://www.onwell.es/es/#howwedo
Encantada de recibir tus aportaciones que seguro nos enriquecerán a todos.
(Imagen de cabecera: Manfred Steger en Pixabay)
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]Abordar el desarrollo de factores no cognitivos como la conciencia de qué implica ser estudiante cobra aún más importancia en la formación online.
Existe cada vez mayor consenso en la investigación educativa en que los factores no cognitivos (comportamientos, actitudes, habilidades, creencias, estrategias), es decir, todo aquello que no son conocimientos o habilidades académicas básicas, pueden influir profundamente en la motivación, y por ende, en el rendimiento de los estudiantes.
Es más, parece que estos factores no cognitivos ya sean psicológicos o sociales están detrás de gran parte del fracaso escolar.
EL ROL DE LAS CREENCIAS
Este artículo quiere resaltar el rol que ejercen en los procesos de aprendizaje y, por tanto, de mejora continua, nuestras creencias acerca de nuestra inteligencia y nuestras capacidades, dada su influencia en los otros factores no cognitivos mencionados anteriormente.
Durante los últimos 30 años, decenas de estudios de investigación longitudinal vienen demostrando cómo una mentalidad de crecimiento permite rendir a niveles más altos, invalidando así un punto de vista que asume que el alto rendimiento y los logros se deben principalmente al talento, a la inteligencia o a la habilidad innata.
MENTALIDAD Y APRENDIZAJE
¿Qué es, pues, lo que permite avanzar a unos ante problemas y retos, mientras que otros se quedan rezagados?
Según las investigaciones las creencias que capturan la esencia de los factores no cognitivos que afectan positivamente al aprendizaje de forma más determinante son:
1. Yo pertenezco a esta comunidad de aprendizaje.
2. Mis habilidades y conocimientos mejoran gracias a mi esfuerzo.
3. Este trabajo tiene valor para mí.
4. Puedo tener éxito en esto.
5. El aprendizaje significativo conlleva esfuerzo, confusión (dudas), contempla cometer errores. Todo esto es positivo.
6. Adquiero nuevas estrategias de aprendizaje cuando sea necesario.
7. Las calificaciones no son lo más importante sino lo que voy aprendiendo.
Vemos también cómo en el fracaso académico subyacen creencias contrarias, destacando la asunción de que las personas inteligentes no necesitan esforzarse y que son capaces de enfrentarse a cualquier desafío sin miedo a la decepción. De hecho, se evidencia una tendencia por ocultar y limitar el esfuerzo, ya que podría confirmar la “falta de inteligencia”. Esto conlleva un escaso compromiso con el propio aprendizaje (trabajar más o de forma diferente) llegando incluso a responsabilizar a factores externos de la ausencia de logros.
Sin embargo, estudios realizados sobre el aprendizaje de expertos de talla mundial en distintos campos profesionales ponen de manifiesto que el límite en sus destrezas no viene marcado prioritariamente por la genética. Por el contrario, todos refieren una metodología basada en la práctica regular, en la retroalimentación adecuada y oportuna, en el establecimiento de metas mayores y en la utilización de distintos procedimientos.
CÍRCULO VIRTUOSO
Aprovechando la enorme evidencia de que el esfuerzo y el trabajo en estudiantes de todas las edades y condiciones previas promueven un mayor rendimiento, se han desarrollado intervenciones con el fin de favorecer un proceso de mejora continua que debe ser implementado también en la formación online.
La idea es poder entrar en un círculo virtuoso donde, sobre la base de pequeños cambios positivos, podamos incrementar el ritmo para introducir nuevos y mayores desafíos. Cada pequeño paso que se va convirtiendo en una victoria reforzará su confianza y sus aptitudes.
Así mismo es de gran valor aportar una retroalimentación continua y constructiva. Esta debe facilitar a los alumnos identificar y explicar sus errores con el fin de extraer conclusiones que les permitan avanzar en su aprendizaje. Una simple calificación o un comentario vago no va a ser suficiente si los estudiantes carecen del conocimiento o las habilidades para mejorar. El feedback positivo les permitirá encontrar significado y poner foco, es decir, esforzarse de manera más efectiva. A su vez, será una forma de empezar a medir cuán productivos son; reconocer qué hacen correctamente, qué estrategias son efectivas y cuándo reajustarlas.
Por todo ello es clave volver a comprender cómo aprendemos y lo necesario que es para un estudiante creer en su capacidad de trabajo y esfuerzo efectivo. Nuestro papel es contribuir a desarrollar estas mentalidades de forma significativa. El aprendizaje a lo largo de la vida se cimienta también en cómo superar los desafíos, aprender de los errores y estar dispuesto a asumir riesgos, y por lo tanto, a fracasar.
El enfoque para ello debe ser siempre transdisciplinar: https://www.onwell.es/es/#howwedo
Encantada de recibir tus aportaciones que seguro nos enriquecerán a todos.