Un reflexión: Autoevaluación para objetivizar y dar calidad

Un reflexión: Autoevaluación para objetivizar y dar calidad

Recién empezamos un trimestre, el último del curso, va a ser rápido y el estrés se va a duplicar, en nuestra burbuja dentro del aula, dentro del centro escolar, dentro de los claustros, las conversaciones entre los docentes, las familias, las programaciones, los proyectos, los diseños de propuestas pedagógicas, las juntas de evaluación, …. Nos vamos a pasar horas y horas hablado de tal alumno o de esta alumna, de las familias, de las avances o estancamientos que “nuestr@s chic@s”,  de la práctica docente del otro,…. Horas y horas hablando y evaluando y/o juzgando al otro, ya sea menor, compañero/a o familia, y ¿dónde quedamos nosotr@s?, ¿paramos para hacer autocrítica?, ¿proyectamos realmente ambientes de aprendizajes efectivos para el colectivo del grupo pensando en todas las individualidades que tiene o vamos a lo que está programado sin pensar en las peculiaridades de cada uno de los componentes del grupo?, ¿diseñamos propuestas pedagógicas pensando en el alumnado que nos “caen mejor” o en el que necesita algo especifico?, ¿nos paramos a autoevaluarnos?, ¿nos paramos a reflexionar desde dónde tenemos puesta la mirada en el proceso de enseñanza aprendizaje?, ¿ se nos da espacio para hacer autoobservaciones o autoevalauciones?.

Os invito a que destinéis un tiempo a reflexionar sobre ello, parece que será tiempo perdido, pero no, parar y mirarse es vital. La mayor parte del tiempo que destinamos a evaluar la realizamos hacia afuera, en cuánto conocimiento, actitud, avance han tenido el alumnado y nos olvidamos que actuamos guiados en la creación de ambientes de aprendizaje por nuestras   emociones y sentimientos. Nuestra manera de pensar y sentir marcan nuestras actuaciones y nuestras decisiones y por eso considero importante autoevaluarnos, para poder sentir y pensar desde la objetividad, para poder dar respuesta a las necesidades del aula con la mayor calidad y neutralidad.

Nuestro trabajo lleva consigo sobrecargas emocionales, tensión, estrés emocional, y un largo etc. que nos puede hacer ver al grupo desde la colectividad y perdernos la individualidad y viceversa, emitimos juicios desde nuestro sentir y nuestra creencia perdiéndonos muchas cosas por el camino, y es nuestra obligación llegar a tod@s y verles desde lo que ell@s son y no desde lo que nuestros pensamiento y emociones interpretan que son. Y en esta auto-observación honesta nos va a colocar, como profesionales de la educación, en la obligación de tener que evitar filias y fobias, para trabajar en la neutralidad y en el no juicio, para acompañar a cada uno de los menores y sus familias desde lo que realmente son y no desde lo que consideramos que deben de ser.

TENGO AUTISMO, NO SOY AUTISTA.

TENGO AUTISMO, NO SOY AUTISTA.

Hablar de autismo es hablar de inclusión, de comunicación aumentativa, de crear una sociedad accesible, de romper barreras juntos para que todos y todas tengamos un espacio y un tiempo que compartir, que disfrutar. En definitiva, es hablar de crecer como sociedad, de respetar y comprender que en la diferencia esta el enriquecimiento, que cada persona que compone un sistema tiene algo que aportar y algo que enseñar venga de donde venga, tenga las características que tenga.

Tenemos que dar un paso hacia delante para que las etiquetas se difuminen conviertiéndose en rasgos que definen una personalidad. Si como sociedad somos capaces de interiorizar este matiz,  aprenderemos a respetar sin emitir juicios previos, a mirar desde otro lugar. Es muy sencillo solo tenemos que cambiar el verbo ser por el verbo tener, de esta manera diremos que este niño o niña tiene autismo eliminando de nuestro vocabulario el este niño o niña es autista, para poder primero ver a la persona que es y después las características que lo define del otro, como nos pasa a cada uno de nosotros y nosotras, afortunadamente nadie es igual a otro, todos y todas nos diferenciamos por algo que nos hace únicos y únicas e irrepetibles.

https://youtu.be/h5zMKKghr94

Para los que aún tienen cierto recelo, miedo, o desconocimiento sobre lo que supone tener en el aula o ser padre o madre de un niño o niña con autismo decirle, que ante el desconocimiento, la inseguridad, lo mejor es la información y la formación. Cuando hablamos de autismo hablamos de TEA al referirnos al trastorno que afecta en mayor o menor grado a las dimensiones sociales, comunicativas y cognitivas, desde la infancia y de carácter crónico (Rivière, 1997). Los síntomas más destacados pueden afectar de manera diferente, desde casos asociados a discapacidad intelectual marcada a otros con alto grado de inteligencia; desde unos vinculados a trastornos genéticos o neurológicos a otros en los que no se pueden identificar las anomalías biológicas subyacentes (Getea, 2004).  En definitiva, hablamos de una serie de trastornos cualitativos que responden a los criterios definidos en manuales como el elaborado por la American Psychiatric Asocciation (APA, 2013) o el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM–IV-TR (López-Ibor y Valdés, 2002): 

– La alteración cualitativa de la interacción social.

– La alteración cualitativa de la comunicación.

– Patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos y estereotipados.

Conociendo estos rasgos que definen una forma de entender el mundo y relacionarse en él, como sociedad tenemos la obligación de adaptarnos e incluirles aportándoles recursos que les incluya en nuestro día a día y para ello debemos de romper juntos barreras por el autismo, haciendo una sociedad accesible.

https://youtu.be/IVYIAjBgYzE

Y para poder romper barreras necesitamos en los centros educativas recursos. Y por ello os invito a firmar para que así sea en este enlace:

 

https://www.change.org/p/recursos-para-atender-adecuadamente-a-ni%C3%B1os-con-autismo-en-los-coles-p%C3%BAblicos-sesuvoz

 

YO YA HE FIRMADO

 

APRENDER JUGANDO, EXPERIENCIAS QUE NO SE OLVIDAN

APRENDER JUGANDO, EXPERIENCIAS QUE NO SE OLVIDAN

Muchas veces han sido las que he llegado a casa después de un día de trabajo y me he sentado en el sofá y aún intentando desconectar no he podido. Mi mente se empieza a llenar de imágenes de lo que he vivenciado, de lo que he observado, de lo que he descubierto, de lo que he aprendido con mis chicos y chicas. Son muy pequeños, los más chiquitines del cole, pero tienen algo que a muchos se les ha robado: La posibilidad de jugar, de experimentar desde dentro para interiorizar su realidad y aprender. Solo necesitan un espacio y la seguridad y sensación de libertad de experimentar sin juicios.

Hoy sábado, os propongo un plan de sofá, manta y palomitas.  Es muy sencillo, solo tienes que relajarte y disfrutar de este trailer.

https://youtu.be/ZNStKMHatLo

Si te ha provocado curiosidad, reafirmamiento, incredulidad o simplemente te ha generado ganas de ver más, presiona el play y disfruta de este documental y sí te apetece abrir debate después deja tu comentario.

https://youtu.be/-Y_lQNJPE6s

UN MUNDO EN DONDE LOS PECES YA NO ESTÁN OBLIGADOS A TREPAR ÁRBOLES

UN MUNDO EN DONDE LOS PECES YA NO ESTÁN OBLIGADOS A TREPAR ÁRBOLES

Entramos en los últimos días del curso y solo te voy a pedir tanto si eres docente, padre o madre, abuelo o abuela, que cierres los ojos y respires por un instante …..

 

Permite a tu mente que viaje en el tiempo y te inunde de todo lo que ya ha pasado desde que en septiembre se iniciara el curso.

 

Seguramente que los nervios previos a empezar el curso, la incertidumbre de quién será la tutora o el tutor, cómo será el grupo-aula, miles de momentos y situaciones divertidas, millones de risas, lágrimas, estrés, horas de sueños invertidas en buscar soluciones a situaciones delicadas y mil y un aprendizajes adquiridos, te aparezca tanto en la mente como en el corazón; y es que, el final de curso está a punto de llegar y con la llegada de las vacaciones se cierra una vez más un curso lleno de millones de historias con las que todos y todas hemos aprendido, en la que cada situación que hemos vivenciado en el aula,  en el patio la hemos convertido entre la comunidad escolar en aprendizajes tanto para grandes como para pequeños. Y es que, educar es una gran aventura llena de emociones, intensidades, sensaciones, satisfacciones, feedback, complicidad entre compañeros/as, entre la escuela y la familia, entre los docentes y el alumnado.

 

Y ya tan próximo el día en el que los menores que han compartido tantas horas durante este curso  con nosotros y nosotras se van a unas merecidas vacaciones, sintiendo ya casi el aula vacía, me aborda una sensación de nostalgia y reflexión. Y es que educar tiene una carga de responsabilidad de la que tenemos que ser consciente. Cada día que hemos compartido con nuestros alumnos/as debe y tiene que ser un día más en el que les hemos generado seguridad y confianza en sus capacidades y habilidades para que sigan aprendiendo, un día más de escucha para dar respuesta a sus curiosidades, un día más lleno de propuestas en las que explorar, investigar, descubrir, comprobar, … para asimilar y acomodar contenidos y así interiorizarlos desde la motivación y la creatividad, un día más en la que acompañarles en la magnifica aventura de aprender a reconocer cómo se sienten, que necesitan y sobre todo quiénes somos. Porque de lo contrario estaremos sembrando semillas en tierra hostil. 

 

 

Y es que, la figura de Docente tiene que tener 7 cualidades principales:

 

 1 . Ser facilitador de la educación, no un dictador de la misma.

  2 . Acompañar los procesos de enseñanza-aprendizaje al lado de los peques, no delante de ellos, para guiar, contener y andamiar sus proceso de aprendizaje.

  3 .  Liderar el grupo de forma horizontal dando lugar, voz, espacio y rol a cada uno de los componentes del grupo.

  4. Desarrollar la escucha activa para conocer las necesidad y curiosidades de los discentes para establecer un vínculo seguro que les permita desarrollarse, explorar, investigar, descubrir en el aula con seguridad, autoestima, un autoconcepto ajustado, etc.

 5. Creatividad para generar expectativa y curiosidad en los procesos de enseñanza-aprendizaje y conseguir la implicación emocional del alumnado. Damasio en 1994 afirmó que  las emociones mantienen la curiosidad haciéndose imprescindible para el razonamiento y la toma de decisiones, de manera que el proceso emocional y cognitivo se hacen inseparables. Reforzando esta teoría Erk en 2003 señalando que las emociones positivas facilitan la memoria y el aprendizaje.

 6. Capacidad de planificación abierta a la improvisación, ya que en todos los momentos que se viven en el colegio existen oportunidades de aprendizaje, de asentar contenidos, …

 7. Generosidad de compartir, empatizar, no juzgar para poder construir y sobre todo ser flexibles para generar ambiente y espacios llenos de estímulos motivacionales libre de juicios y cargados de libertad e igualdad para poder expresar.

 

 Así, con estos ingredientes iniciaremos las bases de una educación donde los procesos de enseñanza-aprendizaje conecten con la emoción, la motivación para potenciar la creatividad, incluya a la familia, coeduque, innove conectando con la esencia del proceso de aprendizaje del ser humano, respete la individualización, la participación, la cooperación, la inclusión, el trabajo en equipo y la multidisciplinidad, respete a todas y todos los que componemos la comunidad educativa. Al fin y al cabo de está manera sembraremos semillas en suelo fértil que darán su fruto como futuro de nuestra sociedad y como dijo Nelson Mandela (1918-2013): ” No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad que la forma en la que se trata a los niños”

https://youtu.be/5sN22JGxG-c

VUELTA AL COLE… EMPIEZA LA CUENTA ATRÁS .. TRUCOS PARA EL PRIMER DÍA DE COLE

VUELTA AL COLE… EMPIEZA LA CUENTA ATRÁS .. TRUCOS PARA EL PRIMER DÍA DE COLE

Ya está aquí la cuenta atrás para que los centros educativos se llenen de vida, de conversaciones, de gritos, risas, llantos, carreras, saltos, juegos, colores por todas partes, olores a pinturas, rotuladores, papel nuevo, libros nuevos mezclados con materiales del curso pasado, nuevas distribuciones espaciales y novedades en el mobiliario… En estos días ,en los que los docentes estamos preparando todo para la llegada de nuestros niños y niñas con los que viviremos mil y una experiencia y aprendizajes, MyU ha cumplido un año. 

 

Un año donde estamos empezando a caminar, un año donde me he encontrado con profesionales que tienen el mismo o muy parecido concepto de como llevar a cabo esta profesión, hacia un lugar donde el cambio tiene que ser claro para adaptarse a la nueva sociedad del siglo XXI. Con la misma emoción e incluso me atrevería a afirmar que con más entusiasmo y energía que al principio, empezamos a caminar hacia nuestro segundo año en el que un mundo nuevo lleno de nuevas situaciones que nos van a hacer asentar proyectos, asimilar nuevos, experimentar nuevas vivencias, y un largo etc…, a la vez que  abrimos nuestras aulas en unos días. Ese primer día que va a definir cómo los discentes se van a posicionar durante el curso, un primer día donde van a separarse de su familia, de su madre, padre, abuelos, figuras de referencia durante muchas horas, un primer día de reencuentros para unos y mucha pena para los que van a vivir su periodo de adaptación, un primer día donde las emociones van a estar a flor de piel tanto para los menores como para sus familiares como para nosotros. 

 

Y justamente hoy, he tenido una sesión individual con una niña de 10 años que va a iniciar curso, y a lo largo de la sesión, cuando le he preguntado cómo se sentía me ha respondido que muy bien, con muchas ganas de empezar porque con su profe se siente protegida, querida y acompañada y sentirse así le da seguridad para ser ella misma y aprender. Poco más puedo añadir, solo permitir hacer un guiño a esas mamás, papás, abuelos, tíos o tías, o personas que van a dejar en nuestras manos a sus tesoros más preciados, ellos y ellas también tienen que irse con la sensación de que nuestro trabajo la hacemos con AMOR y RESPETO. Y como una imagen vale más que mil palabras os voy a mostrar con un testimonio de una mamá que el último día del curso del curso pasado me escribió una nota:

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