¿Es la música accesible a cualquier persona? ¿Favorece la música un clima más inclusivo? ¿Clases de música y musicoterapia es lo mismo? ¿Son necesarios una serie de requisitos para poder aprender y disfrutar de la música? Con la colaboración de Elena Fernández Menéndez descubriremos estas respuestas y mucho más…
Hace unos años, mientras estudiaba el grado de Psicología, comencé a cruzar opiniones en foros y prácticas de diferentes asignaturas con una compañera que marcaría un antes y un después en mi paso por la universidad online.
Pronto supe que ella era de esas personas que llegaban para quedarse. Compartimos aficiones, formas de ver la vida, y de una forma u otra, el autismo nos unió de una forma arrolladora. Elena es sin duda de lo mejor que me ha ocurrido durante mi segunda vida universitaria.
Y entiendo que después de esta presentación os estéis preguntando quién es Elena. ¡Prestad atención! Es un tesoro que cualquier persona que se dedique a la educación debería tener cerquita.
Elena, además de ser graduada en Psicología como os habéis podido imaginar, es también profesora de música y musicoterapeuta. Desde hace años trabaja con bebés y también con personas con diversidad funcional, fundamentalmente con niños y jóvenes con TEA y también con TDA/H, trastornos de conducta, síndromes, dificultades del aprendizaje, etc., en la Comunidad de Madrid.

Todo este trabajo la llevó a crear MúsicaTEA, tres cuadernos de actividades musicales cuyo objetivo es el de facilitar el aprendizaje de los conceptos básicos del lenguaje musical al mismo tiempo que se estimulan sus capacidades cognitivas, emocionales y conductuales. ¿No os parece una maravilla?
Con motivo del día de Santa Cecilia el próximo 22 de noviembre, patrona de la Música, he creído que Elena era la persona perfecta para ayudarme a crear este post para la Semana de la Música de Míranos y Únete.
¡No te pierdas esta entrevista tan interesante!
- ¿Qué diferencias hay entre las clases de música y la musicoterapia?
Las clases de música están enfocadas a aprender música. Su objetivo es que el alumno aprenda lenguaje musical, armonía, a tocar un instrumento y otras materias relacionadas. Deben ser impartidas por profesores de música titulados en un Conservatorio cuando se trata de estudios profesionales o superiores, o por un maestro especializado en la materia en el caso de la música como asignatura en los colegios.
En cambio, en la Musicoterapia la música es una herramienta para lograr objetivos terapéuticos y debe ser aplicada por un Musicoterapeuta cualificado. En España son estudios a nivel de Máster, aunque en otros países son estudios de Grado.
- Tras tu experiencia profesional, ¿Cuáles son los principales beneficios de aprender y practicar música en personas con diversidad funcional?
Si hablamos de aprender y practicar música, nos estamos refiriendo a recibir clases de música con el objetivo de aprender lenguaje musical y a tocar un instrumento, entre otros aspectos. En este sentido, las personas con diversidad funcional se pueden beneficiar no solo del aprendizaje en sentido estricto, sino de todo lo que se deriva del mismo, ya que está comprobado que aprender música desde pequeño favorece el desarrollo cerebral. Sin embargo, hay que recordar que los objetivos de las clases de música se ciñen a aprender solfeo, a tocar determinado instrumento…
Algo diferente ocurre cuando se aprende y practica música dentro del marco musicoterapéutico, ya que en este caso, el hecho de enseñar lenguaje musical o a tocar el piano, el xilófono o cualquier otro instrumento no tiene como fin alcanzar la excelencia en la ejecución ni persigue la obtención de un título profesional o superior de música ni la superación de una asignatura de un plan de estudios, sino alcanzar unos objetivos terapéuticos previamente establecidos en un programa personalizado de intervención tras realizar la pertinente evaluación.
- ¿Son necesarios una serie de requisitos para aprender música, o por el contrario, cualquier persona puede aprender?
Como ocurre en todos los ámbitos, no todas las personas poseemos las mismas habilidades. Por ejemplo, ciñéndonos a la música, entre la población neurotípica hay personas que tienen buen oído desde que nacen y otras no, y lo mismo ocurre en otros aspectos como puede ser el ritmo. Con las personas con diversidad funcional pasa lo mismo. Por eso es muy importante realizar una evaluación previa para determinar los puntos fuertes y débiles, el potencial y lo que se puede mejorar para aprovechar al máximo las clases de música.
Contestando estrictamente a tus preguntas, podría decirse que todos podemos aprender música sin que sea necesario cumplir previamente determinados requisitos, pero es fundamental tener en cuenta las características de cada persona, adaptando el modo de enseñanza a las particularidades de cada alumno y siendo conscientes de las dificultades que pueden aparecer, por lo cual es muy importante que las metas marcadas sean realistas para no provocar falsas expectativas en la familia ni frustraciones en el alumno. Como suelo decir, explotar el potencial, el que sea y hasta donde sea siendo conscientes de las fortalezas y de las debilidades.
- ¿Qué es y cómo nace MúsicaTEA?
La idea de la colección MúsicaTEA nació a partir de una experiencia personal. Soy madre de un niño con TEA a quien en su día se le excluyó de la asignatura de música en un colegio alegando que “es que van a aprender las notas”; quien me lo dijo ni siquiera había comprobado previamente que ya se las sabía. En nuestro caso, mi hijo se las sabía porque su madre es profesora de música, pero en otros casos un niño como el mío no habría tenido la oportunidad de aprenderlas al ser excluido a priori de esa materia por el hecho de tener diversidad funcional. Así nació el proyecto que este año se hizo realidad gracias a la editorial Psylicom (clic para acceder a la web del material). Se trata de una colección de tres cuadernos que combinan la enseñanza paulatina de los conceptos musicales básicos con la estimulación cognitiva.

- Cuéntanos los aspectos más interesantes de los cuadernillos MúsicaTEA.
Los cuadernos constan de una serie de fichas con ejercicios musicales para ir aprendiendo lenguaje musical al mismo tiempo que se estimulan aspectos tan importantes como la atención, la memoria y las funciones ejecutivas. Se pueden utilizar para trabajar el control inhibitorio, la flexibilidad cognitiva, la imitación, el respeto de turnos, etc., ya que cada ficha se puede emplear varias veces, de diferentes formas e incluso permite introducir variaciones en función de los objetivos que se traten de alcanzar. Por poner un ejemplo, una misma actividad puede realizarse con el fin de reforzar la memoria de trabajo y/o para hacer un juego de turnos. Además, están diseñados para poder usarlos tanto en el ámbito terapéutico como en el educativo y también en familia, ya sea de forma individual, en parejas o en pequeños grupos.
- ¿Qué pueden aportar la música y la musicoterapia en esta situación de COVID-19 a las personas con diversidad funcional?
Esta situación, como todos sabemos, nos ha afectado a todos en mayor o menor medida. En cuanto a las personas con diversidad funcional, muchas han tenido que ver cómo de repente sus colegios y sus centros de terapia se cerraban y además tenían que quedarse en casa sin salir más que lo estrictamente necesario y permitido; otras dejaron de recibir visitas en los centros donde residen. Después, una vez terminado el confinamiento, la vuelta a la rutina ha venido acompañada de medidas como el uso de mascarillas, geles y todos los protocolos que se están siguiendo por la pandemia. Aun así, tengo que decir que las personas con diversidad funcional que conozco han aceptado la situación y se han adaptado a las circunstancias de forma ejemplar.
Durante los momentos más duros del confinamiento se me ocurrió enviar a los niños con los que trabajo una pequeña actividad musical diaria a través de un vídeo por WhatsApp. La acogida fue tan buena que sin duda mereció la pena. La música en situaciones tan complicadas no solo nos acompaña, sino que nos ayuda a afrontar las dificultades que la vida nos depara. Recordemos, por ejemplo, que una versión de la canción “Resistiré” del Dúo Dinámico se convirtió de una u otra forma en el himno que nos animó a seguir adelante en los peores momentos.
En cuanto a la Musicoterapia, la situación hizo que todos nos tuviéramos que adaptar en cuanto a la forma de enfocar las sesiones. No hay duda de que la presencialidad es esencial en este ámbito, pero en los momentos en los que no fue posible por razones obvias, no quedó otro remedio que utilizar plataformas virtuales. Aunque esto no es siempre viable, sí es cierto que en los casos en que las sesiones se llevaron a cabo de este modo los resultados sorprendieron para bien, lo cual no es óbice para que personalmente siga considerando que lo ideal es la presencialidad.

- ¿Qué deseo musical te gustaría pedir por Santa Cecilia?
Un deseo sería llegar al mayor número de personas posible con el mensaje de que la música es accesible a todos. No necesariamente de la misma forma, pero todos podemos disfrutarla, aprender dentro de nuestras posibilidades y desarrollar nuestras capacidades a través de ella sea cual sea nuestra condición y nuestra edad. No conozco a una sola persona que no se haya beneficiado del poder de la música en uno u otro aspecto. Y eso, creo, es algo que docentes, terapeutas y familias debemos valorar y tener en cuenta siempre.
Gracias a Elene por el tiempo que nos ha dedicado en esta entrevista, pero sobre todo gracias por crear materiales como MúsicaTEA.
Materiales accesibles e inclusivos que garantizan el acceso y aprendizaje a la música para cualquier persona, respetando los principios del Diseño Universal del Aprendizaje.
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